
La empresa Vanti anunció que invertirá cerca de US$7 millones adicionales en la construcción de tres nuevas estaciones de servicio para abastecer los 556 nuevos buses a gas natural que llegarán a formar parte del Sistema Integrado de Transporte Masivo de Bogotá, SITP. Esto se dio luego de que en diciembre de 2019 se adjudicara la licitación que renueva el parque automotor en varias zonas de la ciudad, en este proceso el gas natural tuvo el protagonismo gracias a su calidad, competitividad y bajo impacto ambiental.
Estas tres nuevas estaciones, que serán complementarias a las seis que abastecerán la fase I y II del Transmilenio y que fueron entregadas antes de la fecha límite establecida en los contratos, tendrán mejores sistemas de compresión. Esto permitirá que el repostaje se realice en tiempo récord, el cual oscila entre 8 y 10 minutos por bus, gracias a la tecnología de llenado rápido para sistemas de transporte masivo fabricados y ensamblados en Canadá.
La empresa afirmó que, de acuerdo con la cantidad diaria de buses a atender, se pueden abastecer flotas de 50 hasta 300 vehículos en los distintos patios distribuidos por la ciudad, garantizando recorridos por bus de 250 kilómetros diarios en promedio.
“La experiencia altamente satisfactoria en operación, competitividad e impacto ambiental de la nueva flota de buses a gas natural de las fases I y II de Transmilenio y la nueva adjudicación de 556 buses del SITP también con esta tecnología, consolidan al gas natural como la mejor opción para la renovación de flota de transporte público en la ciudad y en el país, sobre todo, por sus grandes beneficios para la calidad del aire, y sin ningún tipo de sobrecostos”, expresó Rodolfo Anaya, presidente de Vanti.
De acuerdo con el estudio más reciente de la Universidad de los Andes, se logró una reducción del 50% de material particulado con tan solo la operación de 351 buses a gas natural Euro VI, de los 741 adjudicados con esta tecnología en la flota renovada de Transmilenio. Este logro y sus consecuentes beneficios directos en la salud de los usuarios y en la ciudad en general fueron ratificados hace pocos días por la Alcaldía de Bogotá.
“Los resultados ambientales comprobados por la Universidad de los Andes, en los que el mayor aportante en la reducción de material contaminante fueron los buses a gas natural, demuestran que, aún sin haber vinculado la totalidad de la nueva flota a gas en Transmilenio, el impacto ambiental ya es altamente positivo, ratificando así que el gas natural es el camino que la ciudad debe seguir para mejorar la calidad del aire sin necesidad de incurrir en sobrecostos para Bogotá. Los 390 buses restantes a gas natural para las troncales ingresarán durante el primer semestre de 2020”, agregó Anaya.