
En asociación con Enbridge Gas, el Consorcio Canadiense de Investigación e Innovación de Transporte Urbano (CUTRIC) lanzó tres estudios integrales que comparan autobuses que funcionan con biometano, GNC y diésel. Realizados por separado para Calgary Transit, la Autoridad de Transporte del Condado de Orange y TransLink, estos proyectos de cuatro meses analizan factores que van desde el uso de combustible y el mantenimiento del vehículo hasta el costo total de propiedad y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en función de los diferentes combustibles de los buses. Cada proyecto ofrece una revisión exhaustiva de las tecnologías existentes de GNC y biometano en las flotas de transporte público de Canadá y Estados Unidos, y determina las emisiones totales según los datos de flotas de muestras seleccionadas y valores promedio.
“Con miles de buses a gas natural renovable en operación en los Estados Unidos, el análisis comparativo de CUTRIC determinará si este combustible puede permitir rápidamente una movilidad neutra en carbono en Calgary, el condado de Orange y en la Columbia Británica, sin sacrificar rendimiento, confiabilidad o autonomía. El impulso para eliminar las emisiones se centra correctamente en la integración de nuevas tecnologías. Pero actualmente el gas natural renovable se suele pasar por alto como combustible alternativo de cero emisiones netas, de fácil acceso, disponible y simple para las agencias de transporte canadienses. Nuestro estudio mostrará hasta qué punto este combustible puede apoyar el camino a las cero emisiones hoy”, dijo la presidenta y CEO de CUTRIC, Josipa Petrunic.
El gas natural renovable puede desempeñar un papel vital en la reducción de las emisiones del transporte público al reducir drásticamente el costo y la complejidad de la transición a buses de cero emisiones. Es intercambiable con el gas natural convencional que se utiliza en los buses a GNC convencionales y existentes. Se puede transportar a través de los sistemas de tuberías existentes a las instalaciones de las agencias de transporte utilizando procesos regulares de nominación y programación de gas.
“El transporte pesado contribuye significativamente a las emisiones de GEI. La buena noticia es que podemos descarbonizar este transporte de manera efectiva hoy a través del GNC, una solución práctica lista para el mercado que ofrece importantes ventajas de costos y GEI en comparación con el diésel, e incorporando gas natural renovable generado a partir de desechos orgánicos puede llegar a las cero emisiones”, dijo Malini Giridhar, vicepresidenta de desarrollo comercial y regulatorio de Enbridge Gas.
Un autobús nuevo a GNC alimentado a biometano cuesta casi lo mismo que uno diésel regular, al igual que su sistema de combustible, lo que lo convierte en una alternativa rentable para las agencias de transporte público que luchan con los costos y las complejidades de la descarbonización.
“El gas natural renovable es un elemento clave de nuestra Estrategia de Flota Baja en Carbono. Es beneficioso para todos: es una alternativa rentable al diésel y reduce significativamente las emisiones de CO2 de nuestra flota. Su producción local a partir de residuos agrícolas y municipales también respalda una economía circular baja en carbono”, dijo Ralf Nielsen, director de Sostenibilidad Empresarial de TransLink.
Con aproximadamente 825 buses a GNC en las carreteras canadienses hoy, y con 10 plantas operativas de producción de biometano en el país que pronto se unirán a otras 230 que están en desarrollo o en construcción solo en Ontario, la tecnología puede ayudar a desplazar el diésel, uno de los combustibles más intensivos en carbono y costosos del mercado.
Fuente: CUTRIC