
Eurodiputados de diferentes grupos políticos firmaron una petición pidiendo a la Comisión Europea que elimine las barreras para la implementación de combustibles y tecnologías sostenibles -lo que garantizará la rápida descarbonización del sector del transporte- mediante la revisión del enfoque actual del tubo de escape para medir las emisiones de CO2. El desarrollo de una movilidad limpia será fundamental para alcanzar la neutralidad climática. El sector debe reducir sus emisiones en un 90% para 2050, garantizando al mismo tiempo que la industria del transporte de la UE siga siendo competitiva y que la transición a tecnologías limpias no deje a nadie atrás.
La UE necesita energías y tecnologías rentables y disponibles en este momento para lograr este objetivo. El biometano pertenece a los combustibles alternativos más prometedores: permite reducir emisiones a corto plazo y para 2030, y su producción promueve el despliegue de una bioeconomía circular. Si se consideran las emisiones del pozo a la rueda, el biometano se encuentra claramente entre los combustibles de transporte que menos emisiones generan. Este enfoque considera todos los ciclos de producción y uso de los vehículos, en comparación con el estándar actual que mide solo las emisiones del tubo de escape.
La adopción de un enfoque del pozo a la rueda garantizaría el reconocimiento de los múltiples beneficios ambientales del biometano como combustible para el transporte. La «Estrategia de la UE para la integración del sistema energético» anunció el año pasado «oportunidades para un mayor apoyo específico para acelerar el desarrollo del mercado de biocombustibles y biogases». Sin embargo, considerar solo las emisiones de escape para medir el impacto ambiental de los vehículos obstaculizará el desarrollo de combustibles sostenibles, en lugar de respaldarlo. Además, hasta ahora, el enfoque del tubo de escape no ha llevado a una reducción de las emisiones del transporte.
El enfoque del tubo de escape mide solo una parte de las emisiones producidas, en comparación con un enfoque del pozo a la rueda que brinda una estimación de las emisiones producidas durante toda la vida útil de un vehículo. En consecuencia, la legislación actual desalienta a los fabricantes de vehículos a desarrollar y ofrecer automóviles y furgonetas con motores de combustión interna (ICE), que son actualmente la tecnología más común. En lugar de detener la producción de ICE, podrían quedarse con la tecnología y simplemente reemplazar el diésel o la gasolina con biometano. Además, esta legislación dificulta que los Estados miembros que impulsan políticas que son tecnológicamente neutrales apoyen los combustibles sostenibles como parte de la futura combinación energética.
Para garantizar una verdadera integración del sector energético, la implementación de electricidad renovable debe ir acompañada de la expansión de combustibles sostenibles. La movilidad eléctrica y la electrificación general de las sociedades aumentarán rápidamente en Europa durante las próximas décadas, pero no hay que olvidar que la electricidad, como el gas, solo es respetuosa con el medio ambiente cuando proviene de fuentes renovables. Las decisiones políticas deben fomentar el despliegue y el crecimiento de todas las tecnologías limpias y esto solo puede garantizarse con una mentalidad tecnológicamente neutral.
Una de las grandes ventajas de la movilidad a biometano es la disponibilidad actual de la infraestructura necesaria para permitir un despliegue rápido y rentable de vehículos y combustibles sostenibles sin la necesidad de inversiones significativas. La participación del biometano en la mezcla de gases del sector del transporte de la UE está aumentando en toda Europa y representa hoy el 18% de la mezcla, según NGVA Europe, alcanzando el 50% en Alemania, el 59% en Finlandia e incluso el 90% en Holanda y el 95% en Suecia.
Según diferentes estudios, se prevé que la producción europea de biogás y su forma mejorada, el biometano, se duplique al menos para 2030, pasando de los casi 200 TWh actuales a alrededor de 370-390 TWh. Si desplegamos 117 TWh en el sector del transporte y se estima que el consumo total de la flota a GNV sea de alrededor de 300 TWh, la participación de biometano en la mezcla de gases del sector del transporte podría aumentar a alrededor del 40%. Esto crearía reducciones significativas de emisiones ya para 2030.
Se espera que la Comisión Europea proponga en junio una revisión de las normas de CO2 para autos y furgonetas. Los eurodiputados que firmaron la petición piden al organismo ejecutivo de la UE que considere las emisiones a lo largo de toda la cadena (pozo a la rueda) con una revisión de las piezas críticas de la legislación de la UE que permitirá el despliegue completo de combustibles y vehículos sostenibles: normas de emisión de CO2 para vehículos nuevos, Taxonomía sobre Finanzas Sostenibles y Directiva sobre Vehículos Limpios.
“No lograremos la neutralidad de carbono sin la descarbonización del sector del transporte. Se necesita el despliegue completo de todos los combustibles y tecnologías sostenibles, incluido el biometano, para satisfacer la creciente demanda de soluciones renovables y libres de fósiles”, dijo el eurodiputado Jakop Dalunde (Suecia – grupo Greens/EFA y miembro del Comité de Transporte).
“El biometano debe ser reconocido como un medio importante para alcanzar los ambiciosos objetivos climáticos de la UE para 2030 en el transporte. Sus emisiones son muy bajas cuando se miden durante todo el ciclo de vida, desde el pozo hasta la rueda. Visto en el contexto de la economía circular, el biometano ofrece aún más beneficios cuando se produce a partir de desechos o residuos. Hacemos un llamado a la Comisión de la UE para que deje de castigar el biometano y adopte un enfoque verdaderamente neutral desde el punto de vista tecnológico”, comentó la eurodiputada Heidi Hautala (Finlandia – grupo Greens/EFA).
“Debemos combinar activamente todas las alternativas posibles disponibles para reducir las emisiones del transporte. Los biocombustibles renovables son una de las alternativas fácilmente adoptables, que se pueden combinar con la flota vehicular existente. Los diferentes tipos de biocombustibles sostenibles tienen un papel importante que desempeñar, especialmente en el transporte por carretera a corto y medio plazo”, añadió la eurodiputada Henna Virkkunen (Finlandia – grupo PPE y miembro del Comité de Transporte).
Fuente: Asociación Europea de Biogás