
El fabricante de automóviles local Iran Khodro (IKCO) y la Unión de Taxis de Irán están impulsando conjuntamente una iniciativa para reemplazar 50.000 taxis en ruinas con vehículos a GNV para finales del actual año iraní (marzo de 2021).
La iniciativa tiene como objetivo frenar la preocupante contaminación del aire en las metrópolis iraníes así como reducir el consumo de gasolina. Morteza Zameni, director de la Unión de Taxis, dijo que en este esquema, que ya está en marcha en cuatro ciudades (Teherán, Mashhad, Hamedan e Isfahan) se utilizan dos modelos de sedán IKCO a gas, el Samand EF7 y el Peugeot 405.
“Todo el proceso de renovación lleva menos de un mes. Los propietarios de taxis viejos presentan una solicitud ante el sindicato de taxis. Después de la verificación de identidad, deben realizar un pago inicial. Se emite la factura y el número de placa del nuevo vehículo y se solicita a los conductores que completen sus pagos en función del precio del modelo de auto seleccionado”, dijo Zameni. También señaló que los taxis nuevos estarán listos para su entrega 48 horas después de que los conductores envíen sus autos viejos a los desguaces.
Al anunciar que hasta el momento más de 2.200 taxistas han presentado solicitudes, el Zameni explicó que para ayudar a los taxistas, los municipios de las ciudades objetivo les entregarán 2.123 dólares en préstamos. “Esto cubre más de la mitad del precio de los vehículos nuevos. El Samand cuesta 3.991 y el Peugeot 405 3.651 dólares”, dijo.
“Irán tiene unos 150.000 taxis en ruinas que están empeorando la contaminación del aire, cifra que constituye casi la mitad de los 360.000 vehículos de la flota de taxis”, concluyó Zameni.