Según el presidente de NGC, Roopchan Chadeesingh, en la primera fase la prioridad será convertir los vehículos del transporte público (los que son propiedad de la Corporación de Transporte Público y los maxi-taxis operados privadamente), así como otras grandes flotas. Esta primera etapa supone una inversión de 78 millones de dólares estadounidenses para construir 22 nuevas estaciones de GNV y convertir 17.500 vehículos, informó el diario Guardian.
También subrayó que los esfuerzos para pasarse al gas natural están motivados principalmente por la necesidad de reducir los subsidios cada vez mayores que los gobiernos han pagado para asegurar la estabilidad de los precios de los combustibles. Citando un ejemplo, dijo que el costo de subsidiar un maxi-taxi a diésel es de unos 15 mil dólares estadounidenses al año. “Creemos que con esta inversión, vamos a ahorrar mucho más de lo que se gasta”, agregó.
Al preguntarle por qué NGC eligió trabajar con ENN, una de las empresas privadas más grandes de China, Chadeesingh comentó: “Ellos tienen la capacidad y los conocimientos técnicos, por lo que estamos ansiosos de beneficiarnos de su experiencia y tecnología. Los hemos invitado a evaluar nuestras instalaciones en Trinidad y Tobago, para que nos asesoren sobre lo que se requiere para introducir con éxito este programa”.