La firma Xergi recibió recientemente un pedido para construir dos nuevas plantas de biogás para la empresa energética danesa NGF Nature Energy. Con esta iniciativa, Xergi planea entregar un total de tres plantas de biogás, que le darán a NGF Nature Energy la capacidad de inyectar alrededor de 30 millones de metros cúbicos de biometano por año en la red de gas natural de Dinamarca. El biometano producido se utilizará para abastecer a los sectores agrícola, de transporte e industrial.
En Dinamarca, varias ciudades cuentan con autobuses, camiones de basura y automóviles a gas para el cuidado ambiental. Actualmente, estos vehículos usan gas natural principalmente fósil, pero pronto podrán cargar biometano, ya que la producción de las tres plantas se iniciará en 2015 y procesará más de un millón de toneladas de residuos orgánicos de granjas e industriales. «Nos complace que NGF Nature Energy haya elegido invertir en nuestra tecnología de biogás», dijo el CEO de Xergi, Jørgen Ballermann.
Además, Xergi comenzó a construir una nueva planta de biogás en Sofielund, en el sur de Estocolmo, Suecia. La tecnología de Xergi será utilizada para producir biogás a partir de residuos domésticos y de otras corrientes de desechos. El biogás será posteriormente convertido en biometano puro a través de una planta de procesamiento instalada por Scandinavian Biogas Fuels (SBF). El sitio, que se pondrá en funcionamiento en mayo-junio de 2015, también contará con una estación de GNV.
SBF actualmente entrega 15 millones de metros cúbicos de biometano al transporte sueco. Con la nueva planta -Scandinavian Biogas Sofielund-, la producción será de 8 millones más, lo que permitirá ofrecer una mayor cantidad de combustible renovable para autos, camiones y autobuses en el área metropolitana de Suecia. «Con estos 8 millones extra podremos abastecer a 5.000 vehículos particulares, que recorren unos 20.000 kilómetros al año, y reducir las emisiones de CO2 en 13 millones de kg en comparación con el uso de gasolina como combustible principal», dijo el CEO de SBF, Matti Vikkula.
Fuente: Xergi