El gobierno británico dispuso la entrega de 32 millones de libras hasta 2020 para desarrollar una red de puntos de carga que apoyarán el rápido crecimiento de la popularidad de los vehículos eléctricos enchufables. Casas, hospitales, estaciones de tren y autopistas serán algunos de los lugares donde se instalará la infraestructura para mantener la posición de Gran Bretaña como líder en esta tecnología de vanguardia.
Los 32 millones de libras incluirán 15 millones para continuar con el esquema de Carga Eléctrica en los Hogares (los conductores recibirán una subvención del 75% de hasta 700 libras para la instalación a partir de abril de 2015); 8 millones para apoyar la infraestructura de carga pública en todo el Reino Unido, además de un subsidio de 15 millones de la Dirección General de Carreteras anunciado en 2014 que ofrecerá puntos de carga en las principales carreteras (la licitación para estos planes será lanzada en mayo de 2015); y 9 millones para atender otras prioridades de infraestructura.
Por otra parte, se entregarán otros 11 millones de libras a 50 organizaciones, desde pequeñas empresas a grandes universidades, que están colaborando en 15 proyectos de investigación y desarrollo. Incluirá el desarrollo de un autobús eléctrico de cero emisiones con extensor de autonomía de pila de combustible de hidrógeno a una fracción del costo de la generación actual de buses a hidrógeno y un sistema prototipo de propulsión y refrigeración que reducirá notablemente las emisiones de CO₂ de camiones refrigerados y buses con aire acondicionado.
«Los subsidios anunciados hoy marcan otro hito en el respaldo del gobierno a los vehículos con emisiones muy bajas mientras se incrementa su popularidad. Nuestro apoyo a la industria de vehículos limpios ayudará a garantizar la innovación que es una característica de la industria automotriz británica y seguirá impulsando el desarrollo en este sector de crecimiento vital», dijo la ministra de Transporte Baronesa Kramer, durante una visita al centro de desarrollo técnico de Nissan en Cranfield, Bedfordshire.
Fuente: Gobierno del Reino Unido