
Rolande puso en funcionamiento su vigésima estación de GNL en Europa, que es su quinta en Alemania. Cuenta con un total de 13 gasineras en los Países Bajos y dos en Bélgica. Además, en 2022 planea abrir de 12 a 14 estaciones de GNL más, así como su primera planta de bio-GNL (en Leeuwarden). La misión de la empresa es impulsar el transporte pesado con biometano.
Hay varios grandes transportistas que ya utilizan camiones a GNL. Albert Heijn abastece a sus sucursales de Brabante con camiones que funcionan con el combustible de Rolande, mientras que PostNL también es un gran cliente. A su vez, grandes marcas como Unilever e Ikea están utilizando cada vez más GNL en sus flotas.
En los últimos 10 años, Rolande ha crecido junto con el desarrollo del GNL. “Desde los primeros camiones a GNL de transmisión manual con poca potencia hasta los camiones que son competitivos con los diésel actuales. Y también el desarrollo del bio-GNL: el mismo producto, pero elaborado a partir de desechos orgánicos, lodos, desechos y estiércol. Realmente participamos en la transición energética”, dijo la directora de marketing de Rolande, Leila Mulder.
Mientras que el GNL permite reducir aproximadamente un 20% las emisiones de CO2 en comparación con el diésel, el bio-GNL de producción local y propia de Rolande ayudará a eliminar casi todas las emisiones de CO2. Dado que la nueva planta de biometano estará ubicada en los Países Bajos, se evitará el CO2 que se libera en el transporte del bio-GNL, que suele venir del exterior, como Escandinavia.
“En este momento, aproximadamente el 25% de nuestro stock de GNL es bio-GNL. Cuando se abra la planta, podría llegar hasta a un 50%. En cinco años, queremos ofrecer 100% bio-GNL”, comentó Jolon van der Schuit, CEO de Rolande.
Fuente: Rolande