
A partir del 1° de enero de 2020, los 64 autobuses que recorrer las líneas urbanas de Tartu funcionan con gas natural renovable. Tartu es una de las pocas ciudades medianas de Europa donde todo el sistema de transporte público de la ciudad fue convertido para operar con combustible renovable. La adopción de buses a biometano cuenta con el apoyo del Centro de Inversión Ambiental con 2,2 millones de euros del Fondo de Cohesión de la Unión Europea.
Según el vicealcalde de Tartu, Raimond Tamm, el gran objetivo de Tartu es reducir el impacto ambiental resultante del transporte. “La adopción del biometano nos permite dar un gran paso adelante en esa dirección. Un ambiente urbano limpio, amigable y sostenible para las personas ha sido la prioridad de Tartu durante décadas, como lo es hoy y lo seguirá siendo en el futuro”, comentó.
La compañía de energía Alexa suministra el bio-GNV a los buses en la estación de gas natural pública más grande de la región, ubicada en Ringtee 25, en Tartu. “En términos de medio ambiente, no hay una mejor alternativa al biometano en el sector del transporte actual. También es único por el hecho de que se produce localmente en Estonia. De esta forma, podemos utilizar un combustible renovable producido en el país para reducir el volumen de combustibles líquidos importados, mantener los empleos en Estonia y apoyar a las áreas rurales”, dijo Aivo Adamson, presidente del Consejo de Administración de AS Alexela.
El inicio de la producción de biometano está planeado para este verano boreal, en Ilmatsalu, y la mayoría de la producción de la planta será consumida por los buses urbanos de Tartu. Este es un excelente ejemplo de cómo el reciclaje de residuos biológicos regionales permite el desarrollo de servicios ecológicos en la misma región y la creación de empleos «verdes».
Fuente: Ciudad de Tartu