El crecimiento continuo de la producción nacional de gas natural y precios más bajos que los del crudo podría dar lugar a un ahorro significativo de costos para las locomotoras que utilicen GNL como fuente de combustible, según el Reporte Anual de la EIA (AEO2014), la Administración de Información Energética. Tomados en conjunto, los siete principales ferrocarriles de carga estadounidenses consumieron más de 3,6 millones de galones de diésel en 2012, o el 7% de todo el diésel que se consume en el país. Este combustible costó más de 11 billones de dólares en 2012 y representó el 23% del total de gastos de operación.
Estos ferrocarriles están considerando el uso de GNL en sus locomotoras, debido al potencial de ahorro de costos de combustible y las resultantes reducciones en los costos operativos. Teniendo en cuenta la diferencia de precios prevista entre el GNL y el diésel, se espera que los futuros ahorros compensen y superen el costo incremental, de aproximadamente un millón de dólares, asociado con una locomotora de GNL y su ténder.
El reporte AEO2014 de la EIA incluye dos casos alternativos (de mínimo y máximo impacto) que examinan el efecto potencial del GNL en el transporte ferroviario de mercancías. En el caso de la referencia, que se basa en el volumen de negocios anual durante la última década, el uso de gas natural aumenta de poco más de un trillón de Btu en 2017 a 148 trillones en 2040, o el 35% del consumo energético total de los ferrocarriles.
En el caso que la transición se produzca rápidamente, el consumo del GNL se incrementará a 392 trillones de Btu en 2040, o el 95% del consumo de energía del sector. El consumo de GNL en el caso de menor impacto aumentará a sólo 64 trillones de Btu, o el 16% del consumo total energético. En cualquiera de los casos, la demanda global de gas natural como resultado de una transición al GNL ampliaría la demanda total de gas natural en menos del 1%, lo que resultará en un efecto mínimo en los precios del gas natural.
Fuente: EIA