Cuatro nuevos vehículos, que forman parte de una flota de 42 autobuses, ya operan alrededor del campus de la universidad transportando diariamente estudiantes y miembros del personal. El repostaje tendrá lugar en una estación de servicio pública ubicada en West Haven, abierta el año pasado por Metro Taxi. Además, All Waste pondrá en marcha una segunda estación, también en New Haven, pero más cerca del centro lo que permitirá cargar y organizar los buses de Yale de forma más eficiente.
«En los últimos años, nuestras operaciones han crecido mucho, por lo que cada vez tenemos más automóviles, vans y buses en funcionamiento. Estamos tratando de reducir la huella ambiental de esta flota y por eso queremos vehículos de combustible alternativo de todos los tamaños. También estamos buscando reemplazar los buses más grandes y disminuir la contaminación del smog del diésel, al menos con biodiesel o, mejor aún, con GNV», dijo el Director de Flota y Residencia, George E. Longyear.
Durante el próximo año, la Administración de Flotas de Yale espera comprar trece unidades más, ya sea completamente a gas o preparadas para su conversión. Recientemente, la flota incorporó seis Ford Explorers para el Departamento de Policía de la universidad con el objetivo de reemplazar los patrulleros más antiguos. También están a punto de comprar varios autobuses con capacidad para 24 pasajeros, que sustituirán viejos minibuses que se usan principalmente en la línea roja de Yale.
La universidad cuenta actualmente con siete vehículos a metano en su flota: dos autobuses (de 38 pasajeros) en las líneas naranja y azul, tres unidades MV-1 para usuarios con movilidad reducida y dos buses de tamaño mediano (de 20 pasajeros) montados sobre el chasis de la Ford E-450. Además, tienen previsto convertir a GNV 10 buses más con capacidad para 20 pasajeros.
Fuente: Administración de Flotas de Yale